Los musulmanes, primeras víctimas

Los musulmanes pueden jugar un papel importante para deslegitimar a los asesinos

19 mayo 2017 19:49 | Actualizado a 21 mayo 2017 21:23
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Desgraciadamente no pasa una semana sin que asistamos a un nuevo atentado terrorista, a veces perpetrado por Daesh y otras por grupos afines o de la misma índole (Al qaeda, Boko Harma, Aqmi, Al shabab, etc.). Esta vez fue Bruselas el objetivo que han elegido los terroristas y no solo porque esta ciudad es la capital europea sino, además, fue un objetivo fácil y al alcance de los retornados de la guerra en Iraq y Siria.

Poco tiempo ha pasado desde los atentados terroristas de Paris en los que más de 130 personas perdieron la vida y cientos más resultaron heridas. Los autores de los atentados terroristas del 13 de noviembre en Paris y los de ayer 22 de marzo al parecer guardan una relación directa y compartían los mismos objetivos y los mismos medios.

La ola de explosiones que ha tenido lugar la mañana de ayer se ha cobrado 34 vidas y ha dejado a alrededor de dos centenares de heridos. El aeropuerto de Zaventem fue escenario de dos explosiones y la tercera tuvo lugar en la estación de metro de Maelbeek cercana al edificio de la comisión europea.

Los objetivos de los terroristas se cumplieron en el acto: Parálisis en los principales aeropuertos del país, estaciones trenes y autobuses y los principales edificios e infraestructuras. El ejército belga tomó las principales calles de la capital y pidió a los ciudadanos que permanezcan en sus casas. La seguridad de las sedes de las principales instituciones y organizaciones europeas fue reforzada su seguridad.

No obstante, el principal objetivo buscado por los terroristas fue conseguir aterrorizar al máximo número de ciudadanos europeos y llamar la atención del resto del mundo. Este objetivo fue conseguido también y en gran parte los medios de comunicación contribuyeron, como lo han hecho anteriormente, a amplificar el alcance de los atentados.

Conseguir que los principales diarios y las principales cadenas de televisión se hagan eco de sus actos es lo que realmente preocupa a los líderes de Daesh instalados en Mosul y Raqqa. ¿Qué pasaría si los medios de comunicación dieran menos protagonismo a los actos terroristas? Sin duda no acabaría este fenómeno que se nutre y se sostiene gracias a una multitud de factores y causas que lo hacen atractivo para miles de jóvenes y en muchas partes del mundo, pero sí que los efectos serían distintos y la respuesta de la ciudadanía y las autoridades, en consecuencia, sería distinta también.

Los terroristas desde hace décadas han comprendido la importancia de los medios de comunicación de masas y los mecanismos y las reglas que mueven la sociedad del espectáculo, de allí su apuesta, desde Osama Bin Laden, que elegía cuidadosamente a los periodistas que le querían entrevistar, a su nacionalidad y al medio para el cual trabajan, hasta Abu Baker Al Baghdadi.

En la actualidad con el grupo terrorista más grande del mundo, esto se está llevando a un nivel sin precedentes. Producciones multimedia de alta calidad, video e imágenes que en su profesionalidad superan a la de muchos medios de alcance global y un ejército compuesto por miles de individuos activo en la difusión de la propaganda terrorista a través de las plataformas virtuales.

A este tema Daesh dedica un enorme esfuerzo, ya que la captación y el reclutamiento de nuevos adeptos se hace muchas veces de forma virtual.

Poco después de producirse los atentados terroristas de ayer, la agencia de noticia de Daesh, Aamak, daba la noticia de la autoría de la masacre.

El terrorismo ha evolucionado mucho y ha sabido adaptarse a los nuevos tiempos, a la revolución de las telecomunicaciones, a las redes sociales, a la globalización y al desarrollo tecnológico en general. Así lo avisan los mayores expertos y analistas de este fenómeno. Pero por otro lado, la mayoría de los países aún tienen serias lagunas a la hora de luchar contra los terroristas.

Las preguntas que hacen los periodistas y los análisis que ofrecen los expertos que nos presentan no difieren mucho de las que se hacían hace una década, de hecho se ha convertido en una especie de manual de pregunta y respuesta. Una de las preguntas qué más se repite es ¿Por qué a nosotros? ¿Por qué nos atacan precisamente a los europeos? Y la respuesta es siempre la misma: Porque odian nuestros valores de democracia, libertad y derechos humanos…

La mayoría de los medios de comunicación de masas, omiten y pasan por alto, excepto en algunas ocasiones, el hecho de que la gran mayoría de las victimas dl terrorismo son musulmanes y solo en el año 2014 más del 78% de las muertes y 57% de los ataques ocurrieron en tan sólo 5 países: Afganistán, Irak, Nigeria, Paquistán y Siria.

En ese mismo año, los actos terroristas batieron su récord histórico con un incremente espectacular en el número de las víctimas que pasó de 18.111 víctimas en el año 2013 a 32.658 el año 2014 lo que supone un incremento del 80%.

Las cifras escalofriantes, son del índice de terrorismo global (ITG) que mide el impacto del terrorismo en 162 países. Las cifras y los números demuestran que la mayor parte de las víctimas se producen en países islámicos.

Las estrategias y políticas de la lucha contra el terrorismo deben incluir a los musulmanes que pueden jugar un papel determinante para deslegitimar a los asesinos y evitar más tragedias, pero esto pasa por reconocer que son víctimas de esta lacra también.

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