Los pantanos del Francolí

Estos días, el río Ebre –léase Ebro– se ha convertido en protagonista durante varias jornadas. Su fuerte caudal ha puesto en vilo a decenas de localidades y a miles de habitantes, muchos de los cuales han tenido que abandonar sus casas ante la presencia de miles de litros de agua a sus puertas. De nuevo –porque no es la primera vez–, la gestión que la Confederación Hidrográfica del Ebre  (CHE) ha hecho de la crisis ha sido criticada y puesta en duda.

Pero, ¿qué pasaría con una gran riada en el río Francolí? Podemos hablar por experiencia, porque en 1994 una gran tromba de agua en la cabecera provocó grandes desperfectos, desde la destrucción del puente de acceso al complejo petroquímico norte hasta el polígono industrial Francolí de Tarragona y aledaños completamente inundados.

A finales del siglo pasado, la Generalitat de Catalunya tenía sobre la mesa un estudio que preveía la construcción de varias presas –para no decir pantanos– a lo largo del curso del Francolí, básicamente entre La Riba y el barrio tarraconense de Sant Salvador. Pero como pasa con muchos estudios, allí se quedó también este, en los cajones de la Administración. El objetivo era precisamente regular el caudal del río para evitar grandes avenidas. Dicho trabajo incorporaba estudios pluviométricos para calcular cuántos embalses serían necesarios.

El estudio se dejó aparcado, en parte porque incluso muchos municipios no lo veían claro. Y además faltaba el dinero para materializarlo. Mientras, a seguir mirando al cielo y a los meteorólogos.