Machismo, racismo y la más larga

El ataque racista funciona igual que el ataque machista. La negación, también. El presunto ofensor pasa a ser el ofendido

09 abril 2021 08:30 | Actualizado a 09 abril 2021 09:18
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Hay quien piensa que no se debería violar a ninguna mujer. Claro, y a los jerséis de cashmere no les tendrían que salir bolas. Pero va a seguir pasando. Lo de las mujeres. Hay quien piensa que, por los cambios de percepciones y mentalidades, el paso de una mujer violada por el juzgado ya es algo tolerable. Denuncia y disfruta de la empatía (palabro). Pensamos en el fiscal del ‘caso Nevenka’. Qué cosas. Cómo se atrevió a esa revictimización. Y resulta que la palabrita ha vuelto por el juicio a la chica violada por un grupo de salvajes en Sabadell.

Sólo sé lo que leo en la prensa, así que quizá las cosas no sean así, pero parece que el fiscal (las defensas son aparte) ha preguntado a la víctima si estaba segura de que trató de escapar. Supongo que trataba de asegurar la acusación. Porque la falta de consentimiento parece clara. Es difícil, casi imposible, dudar del miedo de una mujer en una nave rodeada de esos seres. Pero yo qué sabré.

«Negro de mierda», dice el jugador Mouctar Diakhaby que le llamó Juan Cala en el partido del Valencia de fútbol contra el Cádiz del domingo en el estadio Ramón de Carranza. Lo mismo le podría haber llamado moro de mierda, pero no tengo claro qué le habría ofendido más y qué habría llamado más la atención del coro biempensante.

Como no estamos en los Estados Unidos de Billie Holiday (menuda película horrible han hecho), el ataque racista funciona igual que el ataque machista. La negación, también. El presunto ofensor pasa a ser el ofendido.

¿Dónde está la presunción de inocencia?, clama Cala, como lo haría el ex de Rociito Carrasco, Antonio David Flores. ¿Quién ha escuchado eso? ¿Sólo Diakhaby? Se pelean la dignidad del ofendido y la del ofensor, a ver quién la tiene más larga. Siempre es la opinión pública la que la tiene más larga.

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