Nada me encantaría tanto como poder rectificar al cabo del tiempo lo que aquí escribo: hoy es un mal día para el mundo, porque accede a la Presidencia de Estados Unidos una persona con bajos criterios morales y humanitarios y enorme ignorancia de los buenos modales.
Ojalá Donald Trump no desprecie a la Unión Europea, no se deje engañar por Putin, no entre en conflicto con Irán y con China, no agite más el avispero de Oriente Medio, no humille a México, no desatienda a millones de pobres americanos… Y ojalá estuviéramos equivocados.
- Pero concédame usted que su inteligencia y voluntad no son nada comunes. De ello hablan sus logros: ser elegido candidato republicano y posteriormente Presidente. Alguien capaz de superar todos los obstáculos en una carrera que dura muchos meses y derrotar a sus adversarios no es tonto, tiene una gran cabeza…
- De acuerdo, es un cabezota.