Mas apura hasta el último minuto

La famosa capacidad de Artur Mas de crecerse ante las dificultades y su enorme imaginación política para lograr la cuadratura del círculo se pondrán esta semana a prueba tras el ‘no’ de la CUP a apoyar su investidura. El president en funciones logró con la famosa pregunta triple salvar el referéndum que finalmente se convirtió que un ‘proceso participativo’ para eludir a su vez el marco legal español. Cuando parecía imposible una candidatura unitaria con ERC, y mientras todos sus adversarios ya se relamían ante el inminente fracaso, Mas se sacó de la manga una inverosímil lista con Raül Romeva de número uno y el destinado a optar la presidencia de la Generalitat (el propio Mas) de número cuatro. La variedad de sus originalidades ha llenado todo un catálogo. Sin embargo, esta vez, a tenor de sus palabras de ayer, y sobre todo el cariz de reprimenda hacia la CUP que tuvo su intervención, auguran que en esta ocasión Artur Mas ha agotado su capacidad de inventiva. Se limitará a esperar que los díscolos chicos antisistema, movidos por alguna extraña luz de última hora, recapaciten y se avengan a ofrecer los votos que permitan la investidura de Mas. No parece probable que así sea. Dejando una puerta abierta a la audacia interminable de Mas, todo indica que el próximo lunes quedarán convocadas nuevamente la elecciones catalanas mientras Mariano Rajoy se verá acosado por el refrán de las barbas del vecino.