Más digital, menos papel

El ministro de Justicia, Rafael Catalá, anunció el año pasado un gran plan para principios de este 2016 para intentar paliar la saturación en los Juzgados de España. No se trataba de aumentar la plantilla de funcionarios sino de mejorar la gestión con mejores equipos informáticos e implicarse más en las nuevas tecnologías, en plena revolución informática. Una propuesta que incluso la manifestó durante su estancia en Tarragona.

Estamos en el segundo trimestre y al menos en los Juzgados de Tarragona la cosa sigue igual: las carpetas con decenas de folios –por no decir miles– siguen acumulándose encima de las mesas, mientras el número de asuntos pendientes de resolver no baja. En parte tampoco me extraña después de ver que determinados bancos –alguno rescatado con dinero público– se dedican a denunciar las ocupaciones de pisos embargados por la vía penal, cuando la Audiencia Provincial ya dejó claro que estos asuntos se iban a archivar. Pero este banco, cuando el juez instructor da carpetazo el asunto, encima presenta recurso de apelación a la Audiencia Provincial. Son decenas de estos casos los que resuelven las dos Salas de la Audiencia, cuando podrían estar tramitando otros asuntos.

Esperemos que el nuevo ejecutivo afronte realmente un grave problema que tiene el Estado y que afecta directamente a los ciudadanos, porque muchos tienen pendientes de resolver su despido, otros una tramitación de divorcio, otros la estafa de la deuda subordinada... La Justicia tiene que ser justa, para todos.