Mein Kampf

Aparte del triunfo de Syriza y el hundimiento del Pasok, la noticia en Grecia fue el tercer puesto alcanzado por el partido neonazi Amanecer Dorado, que obtuvo 400.000 votos.

En toda Europa preocupa que Hitler no esté definitivamente muerto. También en Alemania, donde se debate qué hacer con “Mein Kampf” (Mi lucha) el libro que el genocida comenzó a escribir en la cárcel en 1923.

Cuando Hitler llegó a la Cancillería, se hicieron doce millones de copias, que el Estado entregaba a funcionarios y a parejas como regalo de matrimonio. Tras la guerra, las autoridades de Baviera se reservaron el copyright, pero los derechos de impresión (de no reimpresión en este caso) expiran en diciembre de 2015.

¿Será peligroso que el libro vuelva a publicarse? Lo es más que haya gente que siga todavía a Hitler en su idea, bebida de Nietzsche, de que la voluntad de poder es capaz de generar su propio sistema de valores.