Me encuentro con Jordi Jané, ahora con despacho en la Rambla Nova, y sale en la conversación, siempre agradable, el tema de las mentes desaprovechadas, ejemplificado en los dos migueles –Miquel Roca y Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón– supervivientes de los siete padres de la Constitución.
¿Qué pasa con ellos que no se les tiene en cuenta cuando parece planteada la reestructuración del Estado y el encaje de Catalunya, en lo que algunos llaman una segunda Transición, o una necesidad de diálogo semejante al que en su día mantuvo el arco político desde Fraga hasta Carrillo?
Tengo una respuesta para ello: ambos son personas lúcidas, experimentadas, desinteresadas, moderadas y conciliadoras… lo cual les descalifica para los momentos en que vivimos.