Mi lista (única) para los reyes

Leo en esta misma página que el portavoz de Convergència i Unió en el Parlament de Catalunya, Jordi Turull, advierte a los independentistas que «si nos tiramos los platos a la cabeza, el caballo de Troya entrará con alfombra roja». Creo que ya es demasiado tarde para pedir (aún más) paciencia a los ciudadanos ante las (desesperantes) negociaciones que CiU y ERC están manteniendo para llegar a un acuerdo para convocar elecciones plebiscitarias. Han pasado ya casi dos meses desde la celebración del histórico 9N y, por desgracia, Mas y Junqueras están cada día más cerca de lograr lo que hace sólo unos meses parecía imposible: frenar el proceso soberanista.

Soy un independentista convencido de que la mejor opción sería formar una lista única con representantes de la sociedad civil. Las candidaturas paraguas que propone Junqueras me recuerdan la película La vida de Brian, donde los representantes del Frente del Pueblo Judaico, los de la Unión Popular de Judea y los del Frente Popular de Judea se tiran los platos a la cabeza. En cambio, la lista unitaria, y sin ninguna sigla política, generaría un efecto llamada e ilusionador sin precedentes, ya que demostraría que -sólo por una vez en la historia- el movimiento soberanista sería capaz de ir en una misma dirección y luchar por un mismo objetivo.

De hecho, mi carta a Sus Majestades los Reyes Magos es eso: el acuerdo para hacer historia, pero ya se sabe que pedir un deseo a los reyes para que lo cumpla un republicano como Oriol Junqueras -que ahora amenaza con seguir cuatro años más- parece demasiado complicado...