New Horizons

Un 14 de julio como el de ayer simbolizó, en el año 1789, el principio del fin del Antiguo Régimen y el arranque de la Edad Contemporánea. Ese 14 de julio en el que los ciudadanos de París asaltaron la Bastilla, empezó una revolución social que se extendería por otros muchos lugares del planeta y que todavía hoy pugna por imponerse ante recurrentes movimientos reaccionarios que buscan devolvernos a épocas pretéritas. Libertad, igualdad y fraternidad fueron los valores que surgieron ese 14 de julio. Su defensa sigue costando hoy no poco sufrimiento. Los intentos de recortar esos valores, que entre muchos acordamos que serían derechos fundamentales, pueden ser brutales y sin ambigüedades, como en el caso del Estado Islámico, más o menos disimulados, como sucede con la ‘ley mordaza’ española y su democracia de baja calidad, o dolorosamente decepcionantes, como vemos estos días con Grecia y el momento más agrio en la construcción de una ciudadanía europea.

El riesgo (y las pruebas) de que en cualquier momento se nos puede escapar todo de las manos está ahí. Pero también la esperanza. Porque si bien somos capaces de lo peor, también lo somos de lo mejor, de lo impensable. Ayer, 14 de julio de 2015, sin la consciencia de estar adentrándonos en una nueva era, aunque sí con la intuición, el ser humano culminó la primera fase de reconocimiento del sistema solar con el sobrevuelo de Plutón por parte de la sonda de la NASA New Horizons. Ayer, 14 de julio de 2015, Irán y los EEUU firmaron un acuerdo que pone fin a 35 años de enfrentamientos y que abre una nueva era para Oriente Próximo. Una era que puede suponer el principio del fin de décadas de dolor en esta parte del mundo y un refuerzo de los valores surgidos ese 14 de julio de 1789.