Nuevo capítulo en el culebrón Hard Rock

Más de nueve años después de que la Generalitat anunciara a bombo y platillo que los terrenos del Centre Recreatiu i Turístic (CRT) de Vila-seca y Salou acogerían a BCN World, un amplio complejo de casinos, hoteles y calles comerciales, lo que ha quedado del mismo, tras perder inversores, promotores, altura y tamaño, no se sabe a ciencia cierta qué es. Bueno sí, la moneda de cambio que, una vez más, ha vuelto a poner sobre la mesa la CUP para apoyar al Govern de la Generalitat, en este caso para tirar adelante los Presupuestos de 2022.

Aunque no se trata de un proyecto para hacer broma por su impacto en empleos, proyección y riqueza en el territorio diríamos que igual que las familias, Hard Rock (la herencia rebajada de BCN World) vuelve a casa por Navidad, pero no para comerse los turrones en compañía sino para poner precio al apoyo de los cupaires al Govern.

En este nuevo capítulo del culebrón, aún de final incierto, los más sensatos han sido los representantes de la Federación Empresarial d’Hosteleria i Turisme de Tarragona (FEHT), que pese a ser seguramente los más afectados directamente por el impulso o no del proyecto, fueron los únicos que ayer se mostraron cautos y no quisieron hacer declaraciones a la espera de las asambleas de la CUP de este fin de semana y de lo que pase en las horas siguientes. En política, y más cuando hay pactos trascendentales de por medio, ya se sabe que es frecuente aquello de «donde dije digo, digo Diego».