Parejas de Tarragona

Los tarraconenses de los Augustos hace 2000 años que celebraban las Lupercalias, ritos de iniciación a la vida amorosa, en estos días en que el sol de invierno empieza ya juguetón a anticiparnos la primavera y sus sinsabores.

Mientras el aire tibio ya de la próxima pascua nos anima a ir prescindiendo del abrigo y a exhibir lo que el invierno ha dejado de menos –y, ay, de más- en nuestros cuerpos, he estado repasando lo que he aprendido de las parejas de mis amigos de Tarragona respecto al amor, la familia y los hijos.

Y ha sido fácil, porque esta es una ciudad que en sus amables dimensiones te permite rastrear tus afectos desde los antepasados a los descendientes de cada una de las que han sido o podían haber sido tus parejas.

Así que cada decisión sentimental, si es que los sentimientos te dejan tomar alguna, está fundada en el conocimiento de cómo será de mayor tu mujer o tu marido, sólo hay que observar a la suegra o al suegro. También aquí puedes certificar si acertaste o te equivocaste al convertir a una pareja en un ex, porque los verás enfrentarse al paso y el peso de los años. Y ver si caen o resisten. Sólo tienes que evitar que te comenten los tuyos.

Si te has equivocado mucho, te queda, como apuntaba Montaigne, endulzar los desastres del amor con las consolaciones de la Filosofía para así dar sentido a las amarguras que hayas sabido convertir en enseñanzas. Vamos a intentarlo:

• I) El amor es la negación de la muerte (del latín a-mors: no-muerte). La pareja es vida y debería durar mientras mejore la de todos.
• L) La pareja no es obligatoria, pero muchos se dan cuenta demasiado tarde.
• O) Lo mejor de los ex es que tampoco son obligatorios.
• V) El enamoramiento es una enfermedad aguda, que la pareja convierte en crónica. O en recuerdo. El amor, sobre todo, se recuerda. Y nace triste, porque sabe que vivirá poco.
• E) La pasión, en cambio, dura para siempre, pero sólo en la memoria.
• T) Sin novedad no hay relación que aguante: hay quien la busca cambiando de pareja y quien encuentra a todas las deseables en la suya. Abundan más los primeros, pero los envidiables son los segundos. Y se ahorran una barbaridad en recursos, afectos y conflictos.
• A) El matrimonio fue instituido por el derecho romano hace 2.000 años cuando la esperanza de vida era de 35 y aun así también introdujo el divorcio; hoy vivimos hasta los 85 de media: si a un matrimonio sólo lo separa la muerte, será un milagro.
• R) Toda pareja se queja del coste de los hijos, pero ninguna se arrepiente de tenerlos.
• R) Ellas pagan un precio físico, profesional y personal mayor por ser madres. Por eso, muchas se dan cuenta -demasiado tarde- de que podían haberse ahorrado al padre.
• A) La evolución no nos ha hecho polígamos, sino lo contrario. Hasta los jefes de tribu que aún mantienen un harén por estatus jerarquizan sus afectos y sólo tienen una jefa.
• Los sápiens podemos engendrar varias camadas, pero sólo alcanzamos a cuidar de una.
• G) Disfrutan de una pareja duradera quienes se enamoran de las virtudes de la suya, como todos, pero acaban siendo los únicos enamorados de sus defectos.
• O) El sexo es el fundamento de una relación de pareja, pero puede ser cualquier cosa a cualquier hora en cualquier sitio, mientras exista acuerdo.
• N) Las parejas felices son las que convierten su compromiso en un espacio de libertad.
• A) Pero para los demás, resultan aburridísimas.
• S) Y letales para el columnismo, que se nutre del conflicto.
• Í) Y de que la mejor terapia de pareja sea la lectura.

Lluís Amiguet es autor y cocreador de ‘La Contra’ de ‘La Vanguardia’ desde que se creó en enero de 1998. Comenzó a ejercer como periodista en el Diari y en Ser Tarragona.