Patriotas sueltos

Lo que más necesita un hincha es otro hincha, a condición de que sea rival

19 mayo 2017 19:00 | Actualizado a 21 mayo 2017 17:35
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El asesino de la joven diputada proeuropea, al que hay que llamar ‘presunto loco’, quería mucho a su patria. Según testigos, lo último que gritó antes de ser detenido fue ¡Britain first!, que hasta los que no somos políglotas más que cuando gritamos porque nos duele algo, entendemos como ¡Gran Bretaña primero!’. Este anormal ni es único ni es anormal. Los ‘hooligans’ se han adueñado del centro de Lille y hay miles de seguidores ingleses que están dispuestos a pelearse con miles de seguidores rusos. Los demenciales hinchas ya se enfrentaron, sin necesidad de la intervención de los yihadistas, que siempre están a la chispa que salta. Entre los auténticos aficionados se infiltran expertos en tácticas de combate callejero, que en vez de una insignia en la solapa llevan un bate de beisbol o un machete en la mano. Han descubierto que al grito de Garibaldi ‘¡patria o muerte!’, tan imitado después por otras revoluciones, encubren una elección más sencilla, ya que a mucha gente lo que más le gusta es matar. Los estadios están rodeados de redes de seguridad y se ha prohibido la venta de alcohol, pero contra las vocaciones fuertes no hay nada que hacer. No es que les guste el fútbol: lo que les gusta es que haya fútbol para poder pelearse con los que han nacido unos kilómetros más allá de su patria, que es la mejor y la única sagrada del planeta.

El caso de este troglodita que mató a la diputada no se resuelve con que las federaciones se hagan responsables de sus seguidores. Este hombre de 52 años era un solitario que no hablaba con nadie y había estado en tratamiento por problemas mentales. Nunca tuvo un empleo fijo, pero eso le pasa a mucha gente que no aspira a matar a los compañeros de trabajo que jamás ha tenido. A todos los que nos gusta el fútbol con locura detestamos que haya tantos locos a los que les sirve de excusa para agredir a otras personas que sufren la misma pasión. Lo que más necesita un hincha es otro hincha, a condición de que sea rival. Vamos a ver qué pasa, o qué pasó, porque escribo antes de que España se enfrente con Turquía. Ojalá no encuentren a Iniesta. Si bien se mira el mapa mundi, todos somos paisanos.

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