Pedro Sánchez rompe moldes

El equipo de Gobierno de Pedro Sánchez ha nacido cargado de sorpresas y de un rotundo mensaje innovador. Desde luego no es un gabinete con aires de provisionalidad. El primer gran aldabonazo es la apuesta por la presencia de las mujeres en el equipo ministerial, más allá de la paridad. De un total de 17 ministros, once son mujeres y seis hombres. Un dato histórico. Además, son las mujeres las que ocupan las carteras más estratégicas, desde la vicepresidencia a las responsabilidades económicas pasando por administraciones públicas, que deberá lidiar con el problema catalán, y defensa. Pedro Sánchez, con una gran estrategia de comunicación, ha sabido prolongar el rendimiento mediático de su flamante gabinete. Comenzó por anunciar el nombramiento de Josep Borrell en Exteriores, un auténtico bombazo. El presidente dejó 24 horas para explotar el protagonismo de su hombre en Europa. Luego siguió el goteo de nombramientos con puntas calculadas de interés, en especial porque ya se vislumbraba la amplia presencia de mujeres. La traca final ha tenido de todo. Desde la elección del astronauta Pedro Duque como ministro de Ciencia, Innovación y Universidades, hasta la decisión de situar en Interior al l juez Fernando Grande-Marlaska. El magistrado bilbaíno, vocal del Consejo General del Poder Judicial desde 2013, suma una nueva figura de renombre judicial a la Moncloa. Fue el juez de la Audiencia Nacional que sustituyó a Baltasar Garzón. Considerado uno de los jueces estrella de la judicatura española, entre otras causas, procesó a Arnaldo Otegi e instruyó el caso Faisán, además de archivar inicialmente el caso del Yak-42. El ampliado Consejo de Ministros recupera la cartera de Cultura y Deporte con el periodista y escritor valenciano Màxim Huerta como ministro, personaje popular por su paso televisivo por El Programa de Ana Rosa. El estreno de Sánchez ha sido un golpe de efecto que confiere verdaderos aires innovadores a la gobernación sin desdeñar la experiencia. Ahora queda lo más difícil: gobernar bien.