Penas y olvido

Al duque se le acusa de fraude, prevaricación, malversación, blanqueo y delito fiscal. A doña Cristina de Borbón, de nada

19 mayo 2017 23:58 | Actualizado a 20 mayo 2017 21:37
Se lee en minutos
Participa:
Para guardar el artículo tienes que navegar logueado/a. Puedes iniciar sesión en este enlace.
Comparte en:

Aunque suene a tango de Gardel, la Fiscalía Anticorrupción baraja los castigos y las amnistías de acuerdo con sus propios calendarios, quizá porque el fiel de la balanza tenga un concepto distinto de las fidelidades. Pedir más de quince años de cárcel para Urdangarin parece un poco exagerado, teniendo en cuenta lo que se lleva, pero no pedir nada para la infanta Cristina nos parece una mayor exageración. Ni calvo ni con dos pelucas. Al duque se le acusa de fraude, prevaricación, malversación, blanqueo, delito fiscal y falsedad documental, pero a doña Cristina de Borbón no se le acusa de nada.

Tendrá que pagar una multa. Eso es todo, pero apenas es nada. ¿Será por dinero? Ciertamente, los jueces españoles, que es uno de los pocos gremios en los que confían sus coetáneos, tenían una difícil papeleta que resolver, pero no parece la mejor solución

Cada uno es cada uno y por lo tanto responsable de sus actos y de sus omisiones, pero el juez Pedro Horrach no debe de creer eso de que dos que duermen en el mismo colchón son de la misma opinión y no acusará a la esposa del golfante. Allá él. Eso sí, solicitará que abone una multa «como participe a título lucrativo». Ahí vemos algunos el mayor peligro: que sus compatriotas crean que todos los títulos, de subsecretario para arriba, pueden ser lucrativos. La lucha política tiene estas cosas. Es una tarea desalmada, que dijo Ortega, y eso nos desanima a todos. Incluso está en peligro el futuro del juez Ruz al frente de la instrucción del inacabable ‘caso Gürtel’.

Los señores jueces son personas de carne y hueso, aunque haya gente que crea que solo son de hueso y la ley es dura, pero es flexible y tiene disposición a doblarse fácilmente. La intriga mayor de los que seguimos confiando en ella es saber quién reparte los banquillos de acusados y de exonerados.

Para unos las penas y para otros el olvido. La película está muy vista, pero los acomodadores la cuentan a su manera.

Comentarios
Multimedia Diari