El Gobierno Rajoy está perdiendo la partida, porque directamente o a través de la Fiscalía del Estado ha caído en el peor error que puede cometer una autoridad: dictar órdenes que sabe que no se van a cumplir.
Por una parte llama a declarar a más de 700 alcaldes porque prestarán locales para el referéndum, y por otra permite celebrar el mitin de Tarragona después de advertir que es delictivo. ¿Se puede perseguir a miles de personas, por ejemplo a los 50.000 voluntarios? El que mucho abarca poco aprieta.
Los independentistas ganan la partida. Ponen astucia frente a la torpeza, entusiasmo frente a la pasividad. Su mayor preocupación –lo explicó Junqueras en Tarragona– es movilizar a gente que vote ‘no’, para que el referéndum tenga visos de normalidad.
Han declarado irrelevante al Tribunal Constitucional y actúan ya en plena desobediencia a las leyes que no les convienen. Solo les hace falta que les acompañen quienes piensan distinto.