Carles Puigdemont juró ayer la Constitución y el Estatut añadiendo que lo hacía «por imperativo legal» y «con plena fidelidad a la voluntad del pueblo».
Lo de jurar o prometer la Constitución «por imperativo legal» fue un invento de los diputados de Herri Batasuna en 1979. Entonces, el presidente del Congreso, Félix Pons (PSOE), rechazó la fórmula y les dijo que abandonaran la sala, pero el TC concluyó que la declaración había sido válida. Lo que la gente entiende es que en el fondo están diciendo: juro porque no tengo más remedio para obtener el acta, pero no pienso hacer ningún caso.
Personalmente desconfío de quienes ejecutan un acto libre (nadie les obliga a ser diputados) como un acto impuesto. Siempre temo a quienes creen que el fin justifica los medios.