Por primera vez

Un gran sector de nuestra sociedad recela de la creación de empleo

19 mayo 2017 23:47 | Actualizado a 22 mayo 2017 11:24
Se lee en minutos
Participa:
Para guardar el artículo tienes que navegar logueado/a. Puedes iniciar sesión en este enlace.
Comparte en:

DeEspaña, que fuera martillo pilón de herejes y luz de Trento, según el titánico don Marcelino, se empeña ahora en discutir sus logros. Estamos creando empleo por primera vez desde 2007 y es verdad, pero no acaban de creérselo los que están en las colas del desempleo. Ni siquiera el prestigio cabalístico del 7, tan avalado por los sabios de Grecia, que según mi dilecto Carlos García Gual, eran diez, contribuye al optimismo general. Se conoce que los eufóricos siempre están en el bando político de los que proponen mejoras y no tienen paciencia para esperarlas.

El repunte de la afiliación a la Seguridad Social es lo mejor que nos ha ocurrido desde hace más de veinte mil días. ¿Por qué no creer que sea cierto? El hecho de que nos hayan engañado tantas veces tampoco debe ser indicativo de que vaya a ser siempre. ¿Será porque los españoles estamos tan hechos a perder que el ganar nos enfada? Tampoco lo creo, ya que en cuestiones de psicología colectiva también soy muy poco dogmático, a mi pesar. Se vuelve a creer que es posible entre nosotros, no un sueño, pero siempre hay pesimistas que cuando les decimos «¡Qué buen día hace hoy»!, responden: «Ya lo pagaremos».

Un gran sector de nuestra sociedad, que cada vez está más parcelada, después de la asfixia de la llamada clase media, recela de la creación de empleo. De los afortunados que consiguieron un nuevo trabajo solo el 8% podrán encariñarse con él. Los demás, por esa manía española y no solo española, lo que quieren es ser fijos y que no les mueva nadie, ya que bastante les cuesta a ellos desperezarse cada mañana después de renunciar tan largamente a ver amanecer y oír el gallo del despertador. Hay que saber alegrarse con las pequeñas victorias, porque las grandes van a tardar. Algunos no aguantaron la combinación de empleo precario y sueldo más precario todavía. Recuerdan a su antiguo jefe, que les dijo: «Voy a darle la última oportunidad de que sea algo en la vida: queda usted despedido».

Comentarios
Multimedia Diari