Preparativos

La señora Merkel se ha convertido en la patrona de los desvalidos

19 mayo 2017 21:51 | Actualizado a 22 mayo 2017 12:59
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La crisis de los refugiados está obligando a sus anfitriones a planear bombardeos en Siria, para que no quede nadie vivo cuando se logre liberar al país. Los líderes europeos calculan sus refuerzos. ¿Cuántas bombas, cuántos drones y cuántas conversaciones sobre la paz hacen falta para que se complete el número de muertos previstos para sentencia? Todas las guerras son calificadas de santas, por muy infernales que sean, por quienes las ganan y Occidente está preparado para la victoria. Hollande anuncia vuelos para futuros ataques al Estado Islámico, Cameron está de acuerdo y Estados Unidos quiere mejorar sus «habilidades de combate» que son las mejores del mundo, ya que se basan en las tres cosas que según Napoleón son necesarias para el triunfo: dinero, dinero y dinero.

El Gobierno español, que ahora está más preocupado por la Tercera vía y las negociaciones catalanas, también apoya la ofensiva siria, pero cree que antes de celebrar más funerales debieran celebrarse más conversaciones con el presidente El-Asad. Desde Teherán, nuestro ministro de Exteriores ha dicho que ha llegado la hora de negociar, ya que la prolongación de esa horrible guerra le viene muy bien al Estado Islámico y muy mal a los que huyen y son recibidos, a la fuerza, por las naciones obligadas a ofrecerles hospitalidad. Hablar está muy bien siempre porque todas las armas son tristes si no son las palabras, como sabemos todos, pero hay interlocutores imposibles porque no sólo están sordos, sino que se niegan a oír porque están gritando o porque están muertos, que es una buena excusa.

Las guerras siguen siendo para quienes las trabajan, pero mientras Occidente hace los preparativos imprescindibles, la señora Merkel se ha convertido en la patrona de los desvalidos. Hay quien la llama santa. Otros se conforman con proclamarla «Madre Teresa de Europa». Los santorales crecen siempre a la medida de las rogativas.

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