Punto por punto

Aunque esté cerrado para otras cosas hay que reconocer que el presidente en funciones sigue abierto a cualquier negociación. Sabe que perdiendo se aprende pero se gana tiempo y ahora busca debatir en agosto los Presupuestos y los objetivos de Bruselas, que es nuestra capital más foránea. ¡Por un punto una petaca!, que decían los feriantes de otras épocas. Ahora Rajoy ofrece negociar 125 puntos del pacto firmado entre el PSOE y Ciudadanos. Cree que aún están todos a tiempo para entenderse, aunque hasta la fecha lo hayan empleado en disentir. Agosto es lento, además de augusto, y no ha hecho más que empezar con pies de plomo, aprovechando el plomo derretido que nos envía el padre sol, que está como en sus mejores tiempos. ¿Hay todavía ocasión para revisar el acuerdo que firmaron en febrero el líder socialista, que es un pelmazo, y Albert Rivera? Por lo menos han detectado que existen 125 puntos de coincidencia, que son muchos para que se deban a la casualidad, aunque esta sea nuestra diosa más influyente.

Nos quedan tres semanas calurosas para aprobar los plazos marcados y no esperamos sacar nota. Nos conformamos con seguir lampando, o sea, teniendo ansiedad por algo que no acaba de llegar. También se han acostumbrado a ese padecimiento los leones de las Cortes, pero ellos son de metal heroico y no de carne y hueso, como los que oímos sus silentes rugidos desde la puñetera calle. Los españoles estamos hartos de esperar al sol sin que se resuelva nada. No se puede dar puntada sin hilo y aún hay que negociar 125 puntos, uno por uno, que para eso cobran los interesados negociadores, que en su mayoría están ya de vacaciones o preparándose para quitarse de en medio y no estorbar a los que seguimos trabajando, ni a los que están divirtiéndose mucho con el nuevo libro de Harry Potter, que tengo entendido que es para todos los públicos. Incluso para los lectores sin graduación.