¿Qué estamos haciendo mal?

Dos desgracias recientes, como han sido la tragedia aérea de los Alpes y la muerte de un profesor de un instituto de Barcelona a manos de un alumno de 13 años, han puesto en primer plano conceptos de la psiquiatría como la depresión (un trastorno del estado de ánimo que presuntamente sufría el piloto que estrelló el avión de Germanwings) o el brote psiquiátrico (ruptura de la realidad de forma temporal). Sin ánimo de contradecir a los expertos en psiquiatría que han atribuido este segundo trastorno mental al adolescente que mató a su profesor (mi ignorancia sobre el tema no me lo permite), sí que creo interesante que nos paremos a reflexionar sobre otros aspectos y nos hagamos algunas preguntas. ¿Es normal que un niño de 13 años tenga acceso a una ballesta? ¿Dónde aprendió este adolescente a hacer un cóctel molotov? ¿Por qué tenía tan interiorizada la violencia y las ganas de hacer daño a los demás? ¿Es posible que unos padres (a los que no culparé de lo sucedido) no tengan ni idea de las ideas que estaba maquinando su hijo? Ante una tragedia de tal magnitud después llega el momento de intentar encontrar una explicación y es aquí cuando la mayoría de veces buscamos razones reduccionistas culpando solamente al individuo -en este caso un trastorno mental- sin pararnos a pensar que, tal vez, detrás de todo hay un problema social. ¿Estamos educando a nuestros hijos en los verdaderos valores que serán los cimientos para que en un futuro sean buenas personas? ¿Nos hemos parado a pensar qué estamos haciendo mal como sociedad? Sinceramente, creo que no.