El Estado Islámico ha divulgado un video de 22 minutos en el que muestra cómo el piloto jordano capturado en Siria el 24 de diciembre era metido en una jaula y quemado vivo.
Las ejecuciones públicas continúan en Irán, China, Afganistán, Arabia Saudí, Ruanda… y (la mayor vergüenza por ser un país avanzado) Estados Unidos. Se emplean métodos diversos: fusilamientos, la horca, lapidación, silla eléctrica, decapitación, etc.
Lo más lamentable es que, a la vista de estos hechos, en vez de repudiarlos con horror, haya cientos o miles de jóvenes europeos que viajan para unirse a este grupo, como si sus actuaciones sangrientas tuvieran poder de atracción en vez de rechazo.
La explicación es que ponen por encima de las personas las ideas, por sobre de la razón los instintos. Son hijos de un vacío moral que se ha creado como conquista de la modernidad y que pretenden llenar con emociones fuertes.