Rasputín

19 mayo 2017 19:45 | Actualizado a 21 mayo 2017 20:30
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Gregori Ylinovich Novy (1872-1916), ‘Rasputín’, era un monje ruso de origen campesino, y gracias a su fama de taumaturgo y numerosas intrigas, logró ganarse, a partir de 1905, la confianza de la zarina Alejandra Fiodorovna y del zar Nicola II. Ambos consiguieron la confianza del monje al que consideraban salvador del zarevich Alexis, aquejado de hemofilia. Su gran carisma entre las mujeres se debió no solo a su carácter misterioso, su facilidad verbal e hipnótica (ni siquiera sabía leer ni escribir), sinó también a cierta parte de su organismo que alcanzaba, según dejó escrita su propia hija, los 35 centímetros. Dado el cariz que tomaba el poder de Rasputín, el príncipe Félix Yussupov a la cabeza, le dieron pasteles y vino cargados de cianuro. Al ver que no le afectaba el veneno, Yussupov le disparó al pecho y le golpeó la cabeza con un bastón lleno de plomo. Después de atroces tormentos, lo arrojaron al río Neva. Después de dispararle, uno de los asesinos lo castró, arrojando su pene (legendario por razones antropométricas) a un rincón donde lo recogería uno de sus sirvientes, pariente de la amante del monje, que marchó en precipitada huída a París. En 1968, en el barrio parisino de Saint-Denis, el supuesto pene apareció guardado en una caja de madera en poder de una anciana, que afirmaba ser la antigua amante de Rasputín.

Francisco Ortiz de Pinedo Mendiluce

(Tarragona)

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