Rato y Guindos, ¿la historia se repite?

Abril de 2010. José María Aznar define a Rodrigo Rato como «el mejor ministro de Economía de la democracia». Abril de 2014, pasajeros de un avión procedente de Ginebra le abuchean

19 mayo 2017 23:04 | Actualizado a 22 mayo 2017 21:21
Se lee en minutos
Participa:
Para guardar el artículo tienes que navegar logueado/a. Puedes iniciar sesión en este enlace.
Comparte en:

Abril de 2010. José María Aznar define a Rodrigo Rato como «el mejor ministro de Economía de la democracia». Abril de 2014, pasajeros de un avión procedente de Ginebra le abuchean y, entre otros, le espetan «Rato, rata», «en este vuelo va un ladrón», ¿le puedo llevar el maletín?», «¿va a devolver el dinero de las tarjetas black?, «alguien se ha ido de putas con nuestro dinero». Entre medio, una larga carrera de hazañas. En primer lugar, el de cebar la burbuja inmobiliaria aprovechando los tipos de interés baratos y la desregulación sobre el suelo para construir una economía basada en el ladrillo y la especulación. Una burbuja por cierto, cuyas consecuencias aún estamos purgando y que tanto Rato como Álvarez Cascos negaron con aquello de que «si la vivienda está cara es porque muchos españoles pueden pagar». En segundo lugar y tras su salida precipitada del FMI (donde por cierto aún guardan un informe interno sobre su nefasta gestión), la factura de la quiebra de las cajas del PP fusionadas en Bankia que obligó a España a pedir el rescate financiero, una hipoteca que tardaremos años en pagar. En tercero, el escándalo de las tarjetas black. Porque a pesar de sus pésimos resultados y además de su supersueldo, no dudó en gastar 44.000 euros con una tarjeta B en bebidas alcohólicas, restaurantes y compra de objetos religiosos, entre otras cargos. Por último, la investigación por parte de Hacienda por un posible delito de blanqueo de capitales tras haberse acogido a la amnistía fiscal del 2012.

Y mientras, Rajoy batalla por colocar de nuevo a un español en la cúpula económica de la UE tras perder en 2012 su histórico asiento en el comité ejecutivo del BCE. El candidato, Luis de Guindos. El puesto en liza, la presidencia del Eurogrupo, el consejo de ministros de Finanzas de la moneda única. Su logro, la excelente gestión para sacar a España de la crisis y liderar la locomotora europea. Ahí es nada. Confiemos en que la historia no se repita.

Comentarios
Multimedia Diari