Mientras avanzan las primarias demócratas, que va ganando el «socialista» Bernie Sanders, recupero una vieja anécdota de cuando el franquismo le hacía la pelota a Eisenhower para que visitara España, cosa que logró al fin.
En una ocasión el ministro de Exteriores Martin Artajo le visitó, en compañía del embajador Areilza, y le regaló un burro de raza para su granja de Gettysburg. El general republicano lo agradeció, mencionando que las mulas del ejército de George Washington descendían de los asnos que le regaló Carlos III cuando era granjero. «Pero –añadió- no deben olvidar que desde entonces el burro se ha convertido en símbolo del Partido Demócrata».
Areilza, siguiendo la broma, se excusó: «Señor Presidente, es que en España no tenemos elefantes».