Responsabilidad y crecimiento

Es tiempo de políticas acertadas, no de experimentos y populismo

19 mayo 2017 23:19 | Actualizado a 22 mayo 2017 21:31
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Con el impulso que ha proporcionado a nuestro país las cifra de crecimiento y de empleo del último trimestre del ejercicio 2014, con el apoyo del viento de cola que en este inicio del año 2015 está proporcionando el desplome del precio del petróleo, la depreciación del euro frente al dólar, los descensos tanto en la prima de riesgo como en el coste de financiación de las empresas y particulares, y por la reforma del IRPF que ha entrado en vigor la cual supone una inyección bienvenida de renta para los contribuyentes, todo ello, en su conjunto parece indicar que, para el año 2015, las cifras de crecimiento estarán en torno al 3% y de las de empleo de unos 600.000 anuales a poco que nuestro gobierno mantenga las políticas implementadas acertadamente en el ámbito fiscal, laboral y financiero.

Pero estos buenos augurios no están asegurados en su totalidad, y no están exentos de riesgos tanto interiores como exteriores. Riesgos exteriores como la crisis rusa, Ucrania y Oriente Próximo que podrían amenazar esos buenos indicadores y a los que se unirían las citas electorales que se van a suceder en el resto de Europa, con principal atención a las recientes elecciones griegas y la negociación del gobierno resultante de Tsipras con las instituciones europeas. Como riesgos interiores, tenemos principalmente la inestabilidad política que se podría derivar de las numerosas citas electorales que se van a producir a lo largo de 2015, y de la probable fragmentación política que se produciría en las instituciones y la incursión de partidos de extrema izquierda que podrían paralizar las reformas económicas que se están acometiendo en la actualidad y restar algunas décimas al crecimiento.

Tenemos grandes retos para el año 2015 y los venideros que se concretan en conseguir que el crecimiento sea sostenido y sostenible, que la confianza recuperada del inversor tanto externo como interno se mantenga, que la recuperación económica y del empleo que actualmente es una realidad llegue al conjunto de la sociedad, sobre todo con más y mejor empleo para los colectivos que más han sufrido con la crisis. Todo ello puede ser posible si apoyamos las actuaciones y medidas tomadas que ha implementado el ejecutivo, que en ocasiones han sido impopulares y erróneas, pero que en su conjunto, y aprovechando la coyuntura externa y con el sacrificio de todos los ciudadanos, han sido las que nos han permitido encontrarnos en la situación actual, que es la de recuperación.

Pero para consolidar los resultados, y que estos lleguen a todas las capas de nuestra sociedad, los ciudadanos tenemos que incrementar nuestra dosis de responsabilidad. Por otra parte el Gobierno tiene la tarea de profundizar las reformas para modernizar nuestra economía y acometer los mencionados retos. Es tiempo de responsabilidad y de políticas acertadas, no de experimentos y populismo.

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