Secuelas de la crisis

Es ahora cuando con más énfasis hay que exigir soluciones a los grandes problemas

19 mayo 2017 23:23 | Actualizado a 22 mayo 2017 21:28
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La victoria en Grecia de una formación política que ha basado su campaña electoral en el énfasis en los problemas sociales causados por la crisis nos ha permitido divisar los efectos dramáticos de los ajustes que ha padecido la ciudadanía de aquel país, que han sido la contrapartida del voluminoso rescate que la Eurozona ha tenido que aportar para taponar las vías de agua de la bancarrota.

Pero el tercer informe de Cáritas Europa sobre el impacto de la crisis en los países de la Unión Europea revela que estamos en presencia de un problema mucho más general, en términos de desempleo crónico y de erradicación de la pobreza.

Los autores del referido trabajo han llegado a la conclusión de que las políticas de ajuste que priorizan la austeridad «no están funcionando», de modo que tras seis años de crisis económica «los pobres siguen pagando por una crisis que no causaron».

Y ello es particularmente así en siete países comunitarios: Chipre, Grecia, Irlanda, Italia, Portugal, Rumanía y España.

El informe cuestiona, además, la extendida tesis de que lo peor de la crisis ha pasado, ya que las políticas que siguen aplicándose se están demostrando incapaces de «proteger los servicios públicos esenciales y de crear empleo», dice el informe, por lo que se hace una llamada a «adoptar soluciones políticas alternativas». En el caso español, nuestro país continúa en cuarto lugar en riesgo de pobreza infantil.

El informe confeccionado por Cáritas Europa, una de las entidades regionales que forman Cáritas Internacionalis, de gran prestigio, sugiere algunas políticas alternativas para paliar la pobreza familiar y la pobreza infantil, que van desde la fiscalidad adecuada hasta las acciones directas a favor de las familias. Y recomienda garantizar unos ingresos mínimos, luchar contra la evasión fiscal, establecer estrategias de integración de la población gitana y destinar fondos a la inclusión social.

Y se sabe que estos temas son difíciles de asimilar por la clase política en vísperas electorales, pero es precisamente ahora cuando con más énfasis hay que exigir soluciones rotundas a los grandes problemas.

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