Simplemente comprar

Comprar es la acción que más se ha simplificado en la sociedad de consumo

19 mayo 2017 22:07 | Actualizado a 22 mayo 2017 14:24
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Algunas veces el comprar, sirve para sentirse aliviado, embriagarse, reconfortarse y para ser un poco más felices o un poco menos desdichados, este es mi punto de vista en general. Para no pensar demasiado en lo que hay de complicado en nuestras existencias. Para acceder aun mundo que se sabe falso y simplificado, pero que se espera fácil y cómodo. Para no pensar en la desdicha o en lo vacía que está nuestra vida en ese momento. El dispendio para des-pensar…

Pero claro, consumir no nos hace más felices. En todo caso, consumir puede ser una trampa.

Como el chiste del hombre que buscaba sus llaves bajo la farola, y que dice que las buscaba ahí, aunque las perdió en otro sitio, porque ahí es donde hay más luz: una solución fácil. Comprar cualquier cosa nos produce placer. Sí, es cierto, el uso de ese objeto puede procurarnos felicidad a posteriori. O decepción. O tal vez indiferencia. El hecho de comprar, es, sin duda, la acción que más se ha simplificado en las sociedades de consumo. : comprar con un clic del ratón, con un ‘clac’ en la tarjeta de crédito, comprar incluso con dinero que no se tiene (al comprar a crédito) comprar sin salir de casa, en cualquier momento del día y de la noche. ¿Qué otra acción es más fácil en nuestras sociedades? Frente a toda esa facilidad ficticia, la felicidad reside, pues, por una vez, en la no simplicidad, en reflexionar antes de comprar: ¿Lo necesario realmente? ¿ O simplemente estoy a punto de comprar un consuelo fácil para no sé qué oscura carencia que hay en mí? En consecuencia, pensemos con detalle, antes de comprar, para no malgastar tiempo y dinero.

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