Sólo el pacto es una solución constructiva

El pacto es la única vía capaz de aportar una solución constructiva. El 155 cegaría cualquier otra alternativa

 

05 octubre 2018 11:31 | Actualizado a 05 octubre 2018 11:34
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El espectáculo que están dando en el Parlament los partidos que apoyan al Govern es ilustrativo de las divisiones internas del independentismo. En las últimas horas incluos ha planeado la posibilidad de un adelanto electoral autonómico como única vía de salida al desconcierto político que reina en Catalunya. De momento, el barullo no se ha concretado en actuaciones fuera de la ley que obliguen al Estado a responder y reaccionar. El discurso de Torra es inflamado e incurre a veces en estridentes amenazas y ultimátums de los que después se tiene que retractar. Pero no sólo no se transgrede la ley sino que han comenzado a funcionar las comisiones bilaterales Estado-Generalitat y fuentes de la administración catalana han anunciado que la comunidad autónoma comenzará a acudir a los foros multilaterales. Los viajes en AVE Barcelona-Madrid son más frecuentes de lo que trasciende. ¿Quiero ello decir que Estamos en el camino de la distensión? Es imposible saberlo, pero desde el punto de vista de la democracia tenemos la obligación de desearlo porque estos conflictos sólo pueden ser abordados de dos maneras: mediante la confrontación a cara de perro, como hasta ahora, o a través de un inteligente proceso de diálogo y acuerdo que trascienda de las posiciones primarias. Acabamos de ver, por ejemplo, cómo en Québec la cuestión nacionalista ha salido del primer plano del debate político, acuciada por otras urgencias más relevantes. Quiere decirse, en fin, que no es sensato insistir en la aplicación ‘preventiva’ del artículo 155, como tanto insisten PP y Ciudadanos, lo que cegaría como es obvio la otra solución, la pactada, sin duda lenta y trabajosa pero en realidad la única que es capaz de aportar una solución constructiva. Es obvio, en todo caso, que esta excepcionalidad constituye una tranquilizadora garantía de estabilidad del Estado de Derecho. Lo insensato sería anticiparse y cegar por tanto un camino que lleno de dificultades pero todavía abierto a quienes de momento han optado por transitarlo.

 

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