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Libertad de expresión: ¿Todo vale?
En los Premios Ciudad de Barcelona la «poetisa» Dolors ha demostrado poco respeto, poca elegancia, por no decir poca feminidad, recitando unas estrofas de mal gusto, por no decir irrespetuosas, vulgares y torpes.
Estamos en el todo vale, pero ¿es correcta esa postura?, ¿en eso consiste la democracia?, ¿no se puede opinar sin ofender? Con esas estrofas molesta no a los creyentes, sino a cualquiera que tenga buen gusto.
Ha hecho un flaco favor a la mujer ya que no se debe confundir la libertad de expresión con la falta de sensibilidad.
Pilar Crespo Álvarez
(Tarragona)
El valor humano y social de la religión
Hoy es frecuente encontrar personas que piensan que la religión no aporta gran cosa a la vida de las personas: simplemente unas creencias espirituales, más o menos abstractas y un cierto convencimiento de que después de la muerte hay «algo» que no sabemos muy bien en qué consiste.
Pero para la vida de cada día, con sus alegrías y sus penas, sus problemas y sus ilusiones daría lo mismo ser creyente que no serlo, y el comportamiento de las personas ante unas y otras vicisitudes dependería de uno mismo, sin más, y así encontramos creyentes que no son especialmente modélicos, y no creyentes que uno desea imitar.
Incluso hay quien piensa que la religión es, además, un obstáculo para la tolerancia y la convivencia en una sociedad tan plural como la nuestra en cuanto a convicciones religiosas.
¿Qué decir ante esto?, ¿es cierto que la religión no aporta nada o casi nada a la vida personal y a la convivencia social, y que puede llegar a ser un obstáculo..., y que por lo tanto, en el mejor de los casos da lo mismo ser creyente que no serlo?
La respuesta a estos interrogantes la hacemos desde la religión cristiana, pues evidentemente no todas las religiones y creencias son iguales. Se podría resumir diciendo que la fe ha de ir acompañada de las obras, porque si no es una fe muerta; y las obras se extienden a todas las dimensiones de la persona.
Y también recordando que el amor a Dios requiere inseparablemente el amor al prójimo.
Jesús Domingo Martínez
(Girona)
La corrupción política que no cesa
El hombre solo es rico en hipocresía. Todo hombre es sincero a solas, en cuanto aparece otra persona empieza la hipocresía, somos una maquina biológica programada para eyacular y todo lo demás es hipocresía, palabrería y cuentos chinos, es evidente que detrás de muchas actitudes puritanas hay mucha suciedad escondida.
Ten cuidado con las personas que te dicen lo honestos que son, la falsedad es tan antigua como el árbol del edén. Para los políticos la verdad y la falsedad no son importantes, no hay mayor cinismo que el de aquellos que reclaman lo que nunca han dado. Fingimos lo que somos, seamos lo que fingimos, la honestidad es la mejor política. No te fíes de quien de ti desconfié.
Todo hombre tiene su precio, lo que hace falta es saber cuál es, en muchas empresas el silencio no es oro, el silencio es un sobre. Detrás de cada gran fortuna hay un delito, cuanto mayor la riqueza, más espesa la suciedad. El poder tiende a corromper, el poder absoluto corrompe absolutamente.
La honradez absoluta no existe, la corrupción lleva infinitos disfraces. Solo hay una manera de saber si una persona es honesta, se le pregunta y si dice sí, ya se sabe que es corrupta, el miedo corrompe.
La política, tal como se entiende la palabra comúnmente, no es sino corrupción. No os equivoquéis, las malas compañías corrompen las buenas costumbres.
Uno distingue al corrupto, casi siempre, demasiado tarde.
Antonio Casero López
(Reus)
Fe d’errors
El titular que a l’edició del Diari de Tarragona d’ahir acompanyava la notícia d’obertura de la pàgina de Vida Social (pàgina 45) assegurava de forma equivocada que «Alumnos y profesores de Carmelitas celebran su centenario». En comptes de «Carmelitas», havia de posar «Col·legi El Carme de Tarragona».
