Un bochornoso ‘debate-espectáculo’

El estilo de Inés Arrimadas, innecesariamente brusco, sólo se entiende desde una táctica desesperada

 

05 noviembre 2019 23:00 | Actualizado a 05 noviembre 2019 23:04
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Después del vacío debate a cinco del pasado lunes sin representación de partidos catalanes, cabía esperar que el segundo intento de anoche en TV3 y Catalunya Ràdio con todos los candidatos que encabezan las principales formaciones que concurren a los comicios del 10-N, sirviera para plantear propuestas de solución al conflicto que vive Catalunya. La esperanza se desvaneció nada más comenzar las intervenciones. Desde el primer momento el debate se convirtió en un intercambio cruzado de impertinencias y de insultos. Los disparos no guardaron ni coherencia de bloques. El fuego graneado fue de todos contra todos, independentistas contra unionistas y contra los propios independentistas, y unionistas contra unionistas, contra independentista y contra el moderador, el director de TV3, Vicent Sanchis, que se llevó un furibundo ataque de la candidata de Ciudadanos, Inés Arrimadas, de una manera poco elegante porque la líder del partido naranja sabía que el periodista no podía defenderse por su condición de moderador del debate. El estilo de Inés Arrimadas, innecesariamente brusco, sólo se entiende desde una táctica desesperada de recuperar el terreno que las encuesta anuncian que los de Albert Rivera han perdido. Pero no tuvo Arrimadas la exclusiva de la insolencia. La debutante Mireia Vehí, representante de la CUP, arremetió contra el candidato de ERC, Gabriel Rufían, acusándole de ir a bodas junto a empresarios del Ibex 35, chascarrillo con todos los visos de fake news que muy trascendental no debe ser para buscar una solución al conflicto catalán. Entre otras maravillas también hubo que escuchar como el candidato de Voz, Ignacio Garriga, repudiaba el franquismo. La única propuesta concreta del primer bloque del debate corrió a cargo de Laura Borràs, cabeza de lista de Junts per Catalunya. La representante del espacio ex convergente propuso que los partidos independentistas formen un único grupo parlamentario en el Congreso. Si ofrecen la misma imagen de unidad que anoche pueden ahorrarse el esfuerzo.

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