Después de un negro, ¿puede tener Estados Unidos un presidente hispano? La posibilidad la plantea el éxito del candidato republicano Marco Rubio en las primarias de Iowa, y que deberá confirmar en New Hampshire.
El sueño americano se haría realidad porque partió de muy abajo: su padre era camarero y su madre limpiadora. Abandonaron Cuba para establecerse en Florida, donde Marco nació, se graduó en Derecho, entró en el Ayuntamiento de Miami y es senador.
Católico practicante, quizá deba confesar algún pecadillo político, como cuando argumentaba que sus padres huyeron de la isla a la llegada de Fidel Castro en 1959. Después se vio que emigraron en 1956, en plena dictadura de Batista, por lo que fueron inmigrantes económicos y no refugiados políticos, un relato que Marco embelleció para captar votos. Al saberse se excusó: bueno, lo importante es que escogieron vivir en América.