Un partido en construcción

Tras el asalto al Capitolio, se abre la oportunidad de construir un nuevo partido republicano

11 enero 2021 09:20 | Actualizado a 09 marzo 2021 19:56
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Durante la presidencia de Donald Trump en los Estados Unidos el partido republicano ha estado sometido por completo a su personalidad transgresora y a sus tácticas populistas. La formación política ha dejado de tener voz propia. Muy pocos de sus miembros han sido capaces de enfrentarse a un presidente que no se identificaba con el pensamiento conservador y tampoco con los valores de la Constitución.

En estos cuatro años el todavía presidente ha escorado aún más a la derecha el partido, rozando en ocasiones su conversión en un movimiento antisistema y ha tenido la habilidad innegable de unir a ciudadanos bien diferentes en la plataforma republicana, desde los que votan solo con la cartera y los cristianos evangélicos en busca de nombramientos judiciales favorables, hasta los trabajadores blancos que se sienten perdedores con la globalización o incluso miembros de minorías raciales descontentos con los demócratas. A cada uno de estos grupos le ha dado algo. Pero su presidencia ha sido sobre todo un peligroso ‘show’, marcada por el choque con los adversarios y la demonización del adversario político.

Tras el asalto al Capitolio, se abre la oportunidad de construir un nuevo partido republicano. Trump ha salido muy dañado al haber propiciado este espeluznante episodio violento y ha tenido que dar marcha atrás. Aunque no reconozca la victoria de Joe Biden, parece inclinado a no boicotear los días que quedan de transición presidencial. Muchos notables republicanos se han despertado de la pesadilla y por primera vez critican a su líder. Un dato preocupante es que casi la mitad de los votantes republicanos aprueban la insurrección alentada por Trump y el 77% piensan que ha habido fraude en las elecciones del 3 de noviembre. El dilema del partido de Lincoln para superar la etapa trumpista es rechazar frontalmente las conspiraciones y la tentación de la violencia, moviéndose hacia el centro, o intentar de nuevo integrar a sus extremistas en un proyecto renovado.

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