Una Diada cívica

Catalunya celebra hoy su Diada Nacional. Una Diada en la que miles de ciudadanos se darán cita en la gran manifestación de Barcelona a sólo tres semanas de la fecha fijada para el referéndum del 1 de octubre, convocado por el Govern de la Generalitat de Catalunya y suspendido por el  Tribunal Constitucional a petición del Gobierno español. 
En su discurso institucional con motivo de la Diada el president de la Generalitat, Carles Puigdemont, apelaba ayer al civismo de los ciudadanos que participarán en la jornada de hoy para que sea exclusivamente festiva. Insistió en su mensaje en la determinación clara del Govern de celebrar  un referéndum con todas las garantías, con normalidad, y citó literalmente que «las urnas unen, no dividen». Mencionó también que sólo el Parlament de Catalunya puede inhabilitarle a él y el Govern, nadie más.  
Mariano Rajoy y el Gobierno español aseguran por contra, desde Madrid, que el referéndum no se va a celebrar. Manifiesta el presidente que se hará todo lo necesario «sin renunciar a nada» para evitar que haya urnas. 
De momento la Guardia Civil ha registrado en los últimos días la imprenta Indugraf, en Constantí, yel semanal ElVallenc, en busca de información vinculada a la consulta. 
La Fiscalía General del Estado considera que el Govern ha cometido varios delitos, como el de malversación de fondos públicos y de desobediencia, para el que el Código Penal prevé penas de prisión. El Tribunal Constitucional, por su parte, ha suspendido las leyes y los decretos que han convocado la consulta y preparan la llamada desconexión.
La Fiscalía exige a los Mossos, a la Guardia Civil y a la Policía Nacional, que pueden actuar como Policía Judicial, que adopten las medidas necesarias para impedir la celebración del referéndum. Pero, ¿por dónde y cómo se romperá ese tira y afloja? Esta es la gran cuestión que esconden los planes de unos y otros para el 1-O.