Una Europa de mínimos

Mientras unos levantan muros, otros acogen a los refugiados,creando más desunión

19 mayo 2017 21:24 | Actualizado a 22 mayo 2017 12:16
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¿Qué le pasa a la Unión Europea? ¿Cambio generacional? ¿Cambios de paradigmas ideológicos? Cuando surge un problema global, la institución europea sufre en su intento de dar respuesta a dicho problema.

Primero la crisis financiera. Los problemas de países como Irlanda, Grecia, Portugal, España e Italia han demostrado que falta mucha unión, o mejor dicho, mucha comprensión dentro de la unión. Cada país intentó hacer frente a la crisis económica mundial, global, sin tener un mínimo común denominador. Mientras los USA afrontaban la crisis y en pocos años conseguían superarla, aquí aún hacemos fatiga. La austeridad ha sido la respuesta a la crisis, y con el tiempo nos daremos cuenta si esta era la solución al problema, la única solución que se ha planteado.

La crisis de los inmigrantes procedentes del norte de África y del Próximo Oriente vuelven a poner a la Unión Europea en jaque. Países de la misma Unión que responden a este desafío cada cual a su manera, sin un mínimo de tutela común. Un contraste de soluciones que pone en relieve la falta de unión, la falta de interés común. Mientras unos levantan muros, otros acogen a los refugiados, creando más desunión entre los países miembros.

Lo único que funciona es la amenaza alemana; primero y en respuesta a la crisis financiera, la amenaza de expulsar a Grecia del Euro; modus operandi que sirvió para que Grecia aceptara las condiciones del rescate. Ahora con la crisis de refugiados, la amenaza recae sobre Schengen, el tratado que permite la libre circulación entre países miembros del tratado; esta amenaza se espera que haga reaccionar al conjunto de la Unión Europea y se pueda dar una respuesta de conjunto. Pero la amenaza no es pedagógica.

Leyendo a Monet y Schuman, padres espirituales de lo que hoy es Europa, y de lo que hoy son los ciudadanos europeos, uno se para a pensar. Leyendo revistas de geopolítica europea uno se para a pensar también, sobre todo cuando se leen cosas como «el proyecto de la Europa Germánica»; una Europa calcada al Sacro Imperio Germánico del Medioevo; en fin que Europa, el proyecto de Europa ya no es un proyecto único, un proyecto para todos.

Las esperanzas están allí, pero la tozuda realidad nos muestra y nos seguirá mostrando que a mediad que nos alejamos de la fecha que dio origen a la Europa que hoy conocemos, nos alejamos de sus ideales y buscamos cobijo en otros ideales, más actualizados y más modernos, que no mejores.

La unión de la diversidad era uno de los leitmotiv de los primeros europeístas, marcados profundamente por una Segunda Guerra Mundial demoledora. Actualmente, marcados por la globalización unificadora, somos menos diversos y estamos más desunidos. El mundo al revés vaya.

@jaumecasanas

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