Una visita especial

La fotografía de la visita de Francisco a Irak será la de su entrevista con el ayatola Ali al-Sistani, a quien visitó en su casa de Nayaf. Tiene 90 años y solo salió de su pueblo en 2004 para un tratamiento cardíaco en Londres.

Es el máximo líder espiritual de los chiíes de Irak, escenario de guerras internacionales, pero también de luchas entre suníes y chiíes, las dos ramas que se disputan el liderazgo del Islam desde la muerte de Mahoma en el siglo VII. Se calcula que el 90% de musulmanes del mundo son sunitas, pero en Irán e Irak predominan los chiitas.

Hace dos años Francisco firmó en Abu Dabi una histórica declaración con el gran líder sunita Al-Azhar. Ahora ha visitado a Al-Sistani. Quiere que no acepten nunca la violencia con pretextos religiosos.