Vivir es peligroso

Las sucesivas catástrofes que sufre nuestro planeta avivan, agravan y multiplican nuestros temores. Los diversos tipos de transporte nos hace sentir inseguros, quizás el más enfermizo es el que por parte del ser humano no toca de pies en el suelo. Nos sentimos inseguros, el hecho de entrar en un tubo metálico nos produce claustrofobia, la estrechez corporal de sus asientos o los codos pegados unos a otros, nos incomoda. No conocemos el medio por lo tanto no lo dominamos, se siente miedo y éste, es contagioso.

Nuestra especie no está hecho para volar por eso no tenemos alas y sentimos vértigo a las alturas. Las turbulencias anunciadas o el silencio que se produce tanto en el despegue como en el aterrizaje, provocan fobias. Son muchos los que sienten un auténtico pánico a volar.

Mitigar y superar el lógico miedo, se consigue afrontándolo y no dejarse vencer por un hecho circunstancial como es el accidente aunque el tortazo sea total. Saber disfrutar de la panorámica de la naturaleza, los diferentes tipos de nubes, sus frondosos bosques, los ríos y sus meandros, puede resultar un viaje para disfrutar. Es cuestión de conseguirlo.

Visitación Juárez Laiz

(Tarragona)