Y no le chistan

Rajoy entra hablando en una biblioteca y no le chistan. Con razón decía David Ogilvy que la publicidad política era la única deshonesta que quedaba. La estrategia electoral del PP en materia audiovisual está alcanzando cotas chanantes. Si en los 80 esperábamos los videoclips de Michael Jackson o Queen (que no se entere Belén Esteban de que Freddie Mercury pasaba la aspiradora), estos días esperamos los del PP. En el último, Mariano Rajoy llama a una casa. Como en ‘Nunca es tarde’, programa de Ana Rosa Quintana en el que un mensajero se presentaba en los domicilios con un ramo de flores. «Hola, solo venía a daros las gracias».

Pero eso es al final. Antes se le oye en sitios tan improbables como la biblioteca o una farmacia. En el anterior, los dirigentes del PP hablaban sobre cómo transmitir a los españoles lo conseguido en materia económica. Reconocían lo mucho que quedaba por hacer. Les queda hacer vídeos que no causen hilaridad.