A dos velas

La luz en España es más cara que en la mayoría de países de nuestro entorno, entre ellos Alemania

19 mayo 2017 23:07 | Actualizado a 22 mayo 2017 21:19
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La competitividad no sólo se logra con devaluación salarial. Los costes energéticos son muy importantes para muchas empresas industriales, entre ellas, las del sector químico. Por eso la petición de la empresa E.On de cerrar la central de ciclo combinado a gas en el polígono petroquímico sur de Tarragona es una mala noticia.

No se trata del único caso en España. Red Eléctrica ya ha dado el visto bueno al cierre de una planta de producción eléctrica de Iberdrola en Castellón y ha admitido, con condiciones, el de otras dos en Arcos de la Frontera y Huelva. A buen seguro la lista no se detendrá ahí. La creciente entrada en el sistema de las renovables y la caída de la demanda eléctrica durante la crisis ha provocado que estas instalaciones se sitúen en un factor de utilización por debajo del 5% en la mayoría de los casos, muy lejos del 50% de hace poco más de cinco años.

La clausura y desmantelamiento de ciclos combinados es una prueba evidente de los errores cometidos en España en términos de planificación energética. Eso al margen de los costes que supone para el sistema eléctrico. Sobra capacidad energética pero la luz es más cara que en la mayoría de países de nuestro entorno, entre ellos Alemania. No sólo eso. Se autorizará el cierre de instalacionesprácticamente nuevas. Los ciclos combinados operativos apenas superan los diez años de vida, un periodo muy breve para este tipo de plantas de producción. Y lo que es peor, se trata de grupos que supusieron importantes inversiones (en el caso de la de E.On, 200 millones de euros) por parte de grandes multinacionales que ahora prefieren cerrar aquí e invertir fuera y con niveles de emisiones muy limitados, frente al carbón por ejemplo.

Hasta ahora ningún gobierno ha logrado el equilibrio adecuado entre fuentes energéticas y costes. El primer año de la última reforma eléctrica tampoco invita al optimismo. Aunque se reduce ligeramente el déficit de tarifa, el recibo de la luz sigue encareciéndose.De seguir así, acabaremos a dos velas.

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