«Este es un día muy feliz», dice Josep Andreu, presidente del Port de Tarragona. Acaba de firmar con Costa Cruceros lo que era un viejo sueño: que nuestro puerto sea origen y destino de cruceristas. Para este año se esperan ya más de 30.000.
No solo estarán de paso, sino que las personas de nuestro territorio podrán embarcar y disfrutar de un itinerario por las Baleares, Cerdeña y costa italiana en un barco con capacidad para 1.700 pasajeros que partirá cada viernes.
Recientemente un puerto extranjero deseó establecer una mejor relación con su propia ciudad, y comentando la intención con el Gobierno español, recibió este consejo: si buscan un buen modelo vayan a Tarragona.
La implicación es antigua, basta con ver la utilización de los Tinglados.
Las pasarelas a cargo del Port permitirán salvar el desnivel y el muro ferroviario. Con los cruceros será aún más intensa.