Fiesta con prudencia

Fiesta. Es lo primero que viene a la cabeza al hablar de la Nit de Sant Joan, como ya cantara el gran Joan Manuel Serrat. Y es que la de esta noche es la fiesta por antonomasia, una celebración que coincide con el inicio del verano y de las vacaciones para miles de estudiantes. Además, en esta ocasión la fiesta recupera la normalidad, con todos los elementos –hogueras, correfocs, flama del canigó, verbenas, grupos en las playas...– y todo su sentido después de una larga y cruel pandemia que nos ha privado durante dos años de esta festividad.

Así, pues, las ganas de celebración auguran una noche muy especial. Precisamente por ello, para que la fiesta sea completa, es necesario hacer un llamamiento a la prudencia. En este sentido, cabe recordar que, a pesar de que nos hemos quitado las mascarillas y relajado las medidas de contención del virus, la Covid continúa entre nosotros, como demuestran unas cifras crecientes de casos que en las últimas semanas están volviendo a poblar habitaciones de hospital.

Asimismo, la reciente ola de calor que acabamos de dejar atrás ha puesto en evidencia que nos espera un verano muy complicado en cuanto al elevado riesgo de incendio, con bosques muy frágiles por la sequedad del terreno y con abundante masa forestal que puede hacer de combustible en caso de un fuego. Este aspecto resulta especialmente preocupante en una noche donde el fuego de las hogueras alcanza gran protagonismo, a lo que hay que sumar la cantidad ingente de cohetes y petardos que se tirarán por todo el territorio.

Toca, pues, extremar las precauciones. También las relacionadas con la ingesta de alcohol, sobre todo entre los más jóvenes, pues la Nit de Sant Joan acostumbra a ser una fecha de iniciación para los adolescentes, a veces con graves consecuencias para su salud. Disfrutemos, pues, de la fiesta. Pero hagámoslo con prudencia, que siempre es una buena compañera.