La Atención Primaria merece más respeto

Ayer, 19 de mayo, se celebró el Día Mundial del Médico de Familia, instaurado por la Organización Mundial de la Medicina de Familia WONCA WORLD en 2010 y que se ha convertido en una fecha para destacar el papel y la contribución de los médicos de familia y los equipos de atención primaria en los sistemas de salud de todo el mundo.

Sin embargo, la precariedad que rodea a esta modalidad de la medicina en nuestro país ha hecho que la de ayer fuera sobre todo una jornada para la reivindicación. Así lo entendió el sindicato Metges de Catalunya, que ve «imprescindible» dotar de más prestigio la medicina familiar y comunitaria y reclama al Govern de la Generalitat mejores condiciones de trabajo para los profesionales, tanto a nivel retributivo como de confort y bienestar para atraer al talento joven. No se trata de una crítica carente de sentido ni de razón.

Sin ir más lejos, este Diari publica hoy en sus páginas 8 y 9 un interesante reportaje que pone de manifiesto las carencias que sufre el CAP La Granja, que da servicio a más de 27.000 personas y cuya prometida ampliación se ha ido demorando sin que lleguen las ansiadas mejoras. La situación en este Centro de Atención Primaria es tan precaria que ni siquiera hay despachos para todos los médicos e incluso se han habilitado unos barracones que son también insuficientes.

El resultado es la incomodidad de los profesionales y unas largas demoras en la atención de los pacientes, que denuncian que deben esperar al menos dos semanas para ser atendidos de urgencia. La Atención Primaria es la principal puerta de entrada al sistema de salud y debe contar con unos recursos y unas condiciones que la hagan atractiva para los médicos, lo que pasa inexcusablemente por reducir la sobrecarga asistencial, la burocracia y el estrés que sufre el personal, así como dotar a los CAP del mínimo confort que los profesionales y los usuarios se merecen.