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    No tocaba

    17 agosto 2022 07:00 | Actualizado a 18 agosto 2022 07:00
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    Ayer se cumplieron cinco años de los atentados terroristas de La Rambla, en Barcelona, y, hoy, de Cambrils. Dieciséis personas perdieron la vida y 130 resultaron heridas. Algunas han podido regresar al lugar de los hechos o incluso participar en los actos de homenaje organizados desde entonces pero las heridas de los ataques aún están abiertas y muchas conservarán siempre en la memoria lo que vivieron ese día. Por eso, resulta indecente que cinco años después, en un acto cuya finalidad era recordar a las víctimas y reconfortar a sus familiares y amigos después de tanto dolor y de unas muertes tan azarosas como injustas, que la bronca política volviera a irrumpir, en este caso, en pleno minuto de silencio.

    Pasó después de los atentados, en plena efervescencia del Procés (poco después fue el 1-O) y un año después en Cambrils con el entonces presidente de la Generalitat, Quim Torra, y el líder del PP en Catalunya, Xavier García Albiol, como protagonistas. Y volvió a suceder ayer. Minutos antes del acto, varias decenas de personas levantaron carteles blancos con las frases «exigimos la verdad» y «reclamos explicaciones», y gritando «queremos saber la verdad». Todo ello rompiendo el momento de recogimiento del acto y mientras Jumarie Querimit Cadman, madre del niño australiano de siete años fallecido el 17-A en La Rambla, sentada en el centro del paseo, sostenía una foto enmarcada con su hijo y un clavel blanco, rompía a llorar.

    Es triste que transcurrido este tiempo los atentados de Barcelona y Cambrils sigan siendo un campo de batalla político

    Acabado el acto, las proclamas subieron de tono: «vosotros, fascistas, sois los terroristas», gritaban y se vio a la destituida presidenta del Parlament, Laura Borràs acercándose a saludar a los boicoteadores, que la recibieron con gritos de «presidenta».

    Es triste que, cinco años después, los atentados sigan siendo un campo de batalla político y que aún no hayamos sabido reconfortar y brindar el apoyo necesario a las víctimas.

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