Reconocer a los urgenciólogos

Apoco que se escarbe, se encuentran huecos en el sistema sanitario que necesitan cuando menos un rápido ‘remiendo’, si bien lo ideal es no aplicar soluciones coyunturales a problemas estructurales.

Es lo que pasa con los servicios de urgencias y emergencias, que se están quedando sin relevo generacional. Los estudiantes de Medicina que quieren trabajar en urgencias tienen que irse de España a estudiar la especialidad y, sin reemplazo, las urgencias se deterioran y en 10 años serán los servicios sanitarios más envejecidos.

En este momento, en España unos 13.000 médicos trabajan en las urgencias hospitalarias y otros 4.000 en servicios de emergencias. Proceden en su mayoría de la medicina de familia, pero también de la medicina general, anestesia, cirugía o trauma.

Y es que en este país no existe la especialidad de Urgencias vía MIR –a los urgenciólogos se les incluye en la categoría de «Otros»–, pese a que está reconocida en la práctica totalidad de países de la Unión Europea y en la mayoría de los países avanzados de la comunidad internacional.

Y el problema no parece que sea por falta de vocaciones, a pesar de tratarse de un puesto muy duro y exigente, pues requiere ser atendido durante las 24 horas del día los 365 días del año. Se da la circunstancia de que este año, la asignación de plazas MIR dejó más de 200 puestos sin cubrir, la mayoría de la especialidad de Medicina Familiar y Comunitaria.

El presidente de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (SEMES), Tato Vázquez, está convencido de que si esas plazas fuesen de la especialidad de urgencias se habrían cubierto y es que, asegura, el 10% de los MIR se decidiría por esta especialidad como primera opción.

Urge, pues, el reconocimiento de esta especialidad para que los ciudadanos reciban la atención que se merecen en una sanidad pública que, no lo olvidemos, es uno de los pilares fundamentales de nuestro estado del bienestar.