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    Trump, un arma de doble filo

    24 septiembre 2022 19:27 | Actualizado a 25 septiembre 2022 07:00
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    El Partido Republicano sigue bajo el control férreo del expresidente de Estados Unidos Donald Trump, cada día más cerca de anunciar su candidatura a la Casa Blanca en 2024. El magnate neoyorquino ha purgado a los congresistas conservadores críticos con el asalto al Congreso acontecido unos días antes de la toma de posesión del actual presidente, Joe Biden.

    También ha conseguido que su relato de víctima y mal perdedor se imponga. La gran mayoría de sus votantes piensan que realmente ganó frente al actual presidente demócrata, sin una sola prueba de ello. Este verano, Trump ha aprovechado la investigación del FBI sobre los documentos clasificados guardados de forma indebida en su casa para presentarse como víctima de una conspiración y ocupar aún más el centro del debate político. Sin embargo, no todos los republicanos creen que es una buena idea la sumisión a los exabruptos del magnate neoyorquino.

    Muchos republicanos ven al expresidente como una «víctima», pero al mismo tiempo como una rémora para obtener votos

    En noviembre tendrán lugar las elecciones legislativas, en las que, como suele suceder, dejará de tener la mayoría en las dos cámaras legislativas el partido que gobierna el país. Pero la marea republicana puede ser menos amplia de lo previsto si el argumento principal de los conservadores es reivindicar a Trump y no castigar a Biden. Muchos votantes independientes se inclinarían por los candidatos republicanos por razones sustantivas, y muchas veces locales, que no tienen nada que ver con el ideario populista del expresidente.

    Un omnipresente Trump, dispuesto a convertir estas elecciones en un referéndum sobre sí mismo, puede empezar a ser experimentado en diferentes circunscripciones como un agente tóxico, que convence a los más radicales del partido pero aleja a los moderados. De este modo, los comicios de noviembre no tienen por qué ser el principio del fin del proyecto político encabezado por Biden. Esta vez, el presidente demócrata cuenta con la inestimable ayuda de Donald Trump.

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