El tamaño del cráter

Hace unos días una emisora de radio local entrevistó a una madre que alumbró a un bebé el mismo día que una oscura sombra se cernió sobre los hombres: el viernes, 13 de marzo de 2020. Podía escuchar el silencio de la rambla por la ventana del hospital y compartía con su marido la bandeja de catering por no encontrar donde comprarse un bocadillo.

En aquellos tiempos que siguieron, la economía también empezó a hacerse añicos. A la pregunta de qué iba a suceder no había más respuesta que había que esperar para poder medir el diámetro y profundidad del cráter. Y eso es exactamente lo que estamos haciendo en el registro Mercantil, analizando qué pasó en el año 2020 en relación con el 2019 en 1.000 empresas de la demarcación.

Tras depositar sus Cuentas anuales, sabemos cuál fue el impacto del misil coronavirus. Los números rojos hablan, dicen lo que ya intuíamos. Conforme a la norma de que, si tú no vas, el paquete viene, el transporte de viajeros descendió lo que ha subido la mensajería. Se desplomaron productos como el colorete o la loción de afeitar.

Tratados con ánimo pedagógico y de forma conjunta, no puedes observar sin cierta nostalgia las pérdidas de una empresa de animación. Las papeleras han compensado con el papel higiénico lo perdido en servilletas para la hostelería.

De todos los sectores de actividad solo tres aumentaron sus ventas en el ejercicio 2020. La madre entrevistada daba gracias al equipo médico que la atendió y en esas cifras también aparecen los sanitarios al pie del cañón. Y es que, viendo los resultados del sector Sanidad, salud y bienestar, rememoramos los merecidos aplausos, han incrementado la facturación más de un diez por ciento (11,83), y también el empleo, un 13,19%.

Agua, energía y residuos, subió un 1,95. Y el Agroalimentario, 1,26.

Los demás bajaron: Comercio y distribución, un 4,4%. Otras empresas manufactureras, un 8,33%. Petroquímica y plástico, 8,76%. Servicios a empresas (11,34).

Han descendido en torno a un 13% los sectores de Construcción e inmobiliaria (12,9), Transportes y logística, (13,04), Automoción (13,66) y Técnicas de la información y comunicación (13,83). Educación y formación, el 22%.

Entre todas las bajadas de la cifra de negocio, merece especial mención la Hostelería y turismo tan importante en nuestra provincia. La muestra no nos permite afinar entre las discotecas, los restaurantes, el catering, los parques temáticos o las agencias de viajes. Dentro de la hostelería, entre los hoteles urbanos, de playa, las casas rurales o los campings.

Pero en los datos agregados de 126 empresas se produce la mayor caída de facturación, un 70%. Y sin que los ERTE que han bajado a la mitad el empleo hayan podido mitigar que el Resultado de explotación se haya desplomado un 160%.

El breve estudio económico-financiero tiene como destino la Guía de la excelencia empresarial de Tarragona que anualmente presenta este diario bajo la atinada dirección de Nuria Pérez. En mayo se publicarán los indicadores del Balance y la Cuenta de resultados y algunos ratios de solvencia, endeudamiento, rentabilidad o liquidez que muestran a las empresas su estado de salud en comparación con las demás del sector.

Se llama autodiagnóstico, es entretenido y animamos a las empresas a conocerlo y usarlo para tomar decisiones estratégicas a tiempo. La próxima reforma concursal (Alerta temprana) permitirá a las compañías que sufren las inclemencias de estos tiempos, anticiparse a un Concurso de acreedores usando esos indicadores. Con la finalidad de que el procedimiento judicial cumpla su función verdadera de mantener su viabilidad (Directiva UE 2019/1023).

Tras los Gastos de personal se dejan ver los ERTE y de la Deuda a largo plazo, los préstamos ICO, dos instrumentos que se han mostrado muy eficaces para mitigar la debacle. El último semestre de 2020 y un ascendente 2021, dieron pie para albergar esperanzas de remontar, muchas empresas se crecieron ante la adversidad. Y respecto de lo que pudimos pensar inicialmente, en muchos casos, no ha sido tan traumática la caída.

Ahora que el mundo se está quitando la mascarilla nuevamente se oscurece, pero porque no habrá quien aguante el precio de la luz. El coronavirus se ha transformado en Vladimir y ha originado un nuevo cráter, los que dejan las bombas en las ciudades de Ucrania.

«Si hi ha alguna cosa que agrair al coronavirus és que hagi deixat en pau els nens», dijo la madre entrevistada. Nos hubiéramos vuelto locos. Pero la guerra no conoce la misericordia y aparecen cuerpos bajo los escombros.

También hay héroes, no son los sanitarios o los transportistas que ahora aparecen como villanos por la huelga salvaje que está cortando el suministro que nunca faltó durante el confinamiento. Son los manifestantes rusos y rusas en Moscú o San Petersburgo y los ucranianos y ucranianas que se despiden de sus hijos soltando el paño y cogiendo un fusil de asalto.

Una crisis energética sin precedentes amenaza el precio de la Canasta básica alimentaria (CBA), otra desgracia inesperada que ha reactivado el síndrome del papel higiénico. A la pregunta de qué va a suceder no hay más respuesta que habrá que esperar para medir el tamaño del socavón. O contarle a mi nieto Rafael, el mesías, que nos trajo un volcán en donde el magma comenzó a escapar abriendo calderas y chimeneas.