Henry Kissinger, el más viejo diplomático del mundo, cumplió los 100 años el sábado 27 de mayo. Su longevidad, que le comporta achaques en la movilidad, no le afecta a la cabeza que es muy lúcida y clara. Es un hombre que ha estudiado a fondo China, como lo demuestran algunos de sus libros. Recibió un discutido Premio Nobel de la Paz, por haber negociado el final de la guerra del Vietnam (la guerra del Vietnam no fue precisamente un modelo de defensa de la paz, por parte de los Estados Unidos).
Ante esta efeméride, el mundo ha querido escuchar de este gran diplomático cuál es el futuro de las relaciones entre China y los Estados Unidos. Fue Kissinger, bajo la presidencia de Richard Nixon, quien abrió el camino de las relaciones entre Estados Unidos y China continental, la China de Mao Tse Dong. Y ahora –al cabo de 46 años–, casi medio siglo, Kissinger vuelve a hablar de China y no le gustan las políticas de fuerza que utiliza el equipo de Joe Biden y el que utilizó Donald Trump.
Al respecto, Kissinger ha hecho unas largas declaraciones al inglés The Economist. Los Estados Unidos están preocupados por el crecimiento y la competencia tecnológica y económica de China, cuando Rusia está cada vez más en manos de China. Hay tal vez un poco de celotipia por parte americana.
Según Kissinger, muchos intelectuales chinos creen que Estados Unidos está de baja y que su país le sustituirá en el liderazgo mundial. La Inteligencia Artificial tiende a empeorar las relaciones chino-americanas. El entendimiento que hubo entre Nixon y China lo deshizo Donald Trump.
En relación con la guerra en Ucrania, Kissinger afirma que Putin «ha cometido un error de juicio catastrófico», y en Occidente se cometió el error de dejar a Ucrania que decida si se integra o no en la OTAN.
En cuanto al final de la guerra en Europa, Kissinger opina que Rusia debería ceder una parte importante del territorio que conquistó en 2014, quedándose como mínimo la base militar de Sebastopol, en Crimea, que es la principal base naval rusa en el Mar Negro. Y ha dicho también que hay que caminar hacia el control de las armas.
Por otro lado, uno de los problemas de la paz mundial consiste en crear una frontera segura en el este de Europa, negociando con Rusia, y señaló que Taiwán no es, para China, un caso urgente, y que se requerirá una negociación sino-americana difícil.
Henry Kissinger, aunque con un poco de retraso, feliz cumpleaños.