¿Ayudas para ricos?

¿Qué hacen unos políticos con un alto poder adquisitivo beneficiándose de ayudas para familias vulnerables? Sí, está sucediendo.

Primero saltó el caso del vicepresidente de la Comunidad de Madrid, Enrique Ossorio, que gana 104.928,60 euros brutos y que es uno de los diputados más pudientes de esa región. Bien, pues este señor recibe el bono de calefacción para «consumidores vulnerables», una ayuda que no tiene en cuenta la renta del solicitante cuando está en posesión del título de familia numerosa.

Es el mismo hombre que promovió becas públicas para estudiar en centros privados que permiten optar a las ayudas a familias que ingresen más de 100.000 euros, el mismo que no veía pobres en Madrid, el mismo que dijo que las familias de los miles de ancianos muertos en las residencias de la región durante la primera ola de la pandemia «ya lo han superado»...

También percibían la subvención el secretario general del PP de Madrid, Alfonso Serrano, y la líder de Más Madrid, Mónica García, si bien esta por lo menos ha pedido disculpas y prometido que devolverá el dinero.

Esta polémica pone de relieve lo injusto de las ayudas sin tener en cuenta el nivel de renta. Sí, pasa a menudo. Incluso en Tarragona, donde, por ejemplo, los jubilados y los niños, solo por serlo e independientemente de su nivel económico, tienen el bus gratis, un beneficio del que no disfrutan trabajadores con sueldos precarios, una hipoteca que pagar y una familia que mantener. Para hacérnoslo mirar, ¿no?