Estafar a jubilados

Pocas cosas hay más ruines que aprovecharse de la confianza de la gente para estafarla. Y si las víctimas son jubilados que han perdido todo lo que reunieron durante una dura vida de trabajo y privaciones, el delito ya no tiene perdón. Es lo que ha sucedido en un pequeño pueblo de Toledo de apenas 750 habitantes, muchos de los cuales se han encontrado con la cuenta bancaria vacía porque su agente financiero de la antigua Liberbank, entidad absorbida por Unicaja Banco, se ha quedado con sus ahorros. Una mujer de edad avanzada había vendido unas fincas y colocado el dinero obtenido a plazo fijo: «Cuando fui al banco me dijeron que yo había sacado todo el dinero de una vez. Me dio un ataque de nervios y me eché a llorar». No menos grave es el caso de otro jubilado a quien su residencia le devolvió el recibo mensual porque no tenía fondos en su cuenta.

El empleado bancario se llevó los 45.000 euros que había ahorrado para su vejez con la venta de su casa. Los casos se amontonan. Y es que el estafador «era una persona de confianza, que llevaba varios años viviendo aquí y con la que podías tomarte un café en el bar». Los estafados han enviado escritos a Unicaja Banco, confiando que la entidad, que en 2022 registró un beneficio de 260 millones de euros, un 89% más que en 2021, les devuelva el dinero. Además de significar muy poco para el banco y muchísimo para estos jubilados, sería de justicia, pues al fin y al cabo el dinero sustraído se hallaba en el banco.