Loro Piana

La primavera ha venido y nadie sabe cómo ha sido» le decía Antonio Machado a los niños. La primavera no es mi estación perfecta. Se despiertan el polen, los insectos, las flores osadas, los pájaros cantan y las nubes se levanta. El despertar del mundo es ruidoso, sin pudor, sin complejos. La naturaleza no sabe de modas, no sabe de tendencias, no sabe de influencers. La naturaleza es el puro lujo. Ahora los que saben dicen que lo que se lleva es el lujo silencioso (nada más lejos de la naturaleza), véase algo aburrido con tejido bueno. Unos zapatos de monja, un bolso como una bolsa de plástico pero en piel, un abrigo de toda la vida. A favor, no vamos de críticos de moda, pero ya saben, Loro Piana (que no tiene nada de silencioso porque detrás está LVMH) o The Row te cobra un riñón por una camisa blanca. El verdadero lujo es vestirse con una declaración de intenciones. Si quieren marcas: Dries van Noten, pero si quieren lujo de verdad tómense dos semanas de vacaciones para hacer una ruta en coche por la geografía vasco-navarra de Pío Baroja: Biriatou-Urrugne-Château d’Urtubie-Guetaria-Cestona-Donostia. Un impermeable y unos buenos zapatos (Paraboots). Baroja en su lecho de muerte recibió la visita de Ernest Hemingway que quería rendirle un homenaje y le dijo «don Pío, usted es el más grande escritor que jamás ha existido». Cuando se fue, Baroja con un hilo de voz preguntó «y este ¿quién es?». Eso es lujo.